Elegimos el menú Estrella que constó de los siguientes platos:
Crema fría de puerros con breva rellenas de tartar de atún.
Ostras sobre royal caramelizada de coliflor y maracuyá, espinacas fritas y vinagreta de zanahoria.
Ensalada de vieira con crujiente de arroz y vinagreta de su coral.
Lubina salvaje asada con judías verdes salteadas con zamburiñas, crujiente de calamar y emulsión de erizos.
Foie-gras de pato asado con crujiente de calabaza y salsa de trufas.
Pastel imperial de chocolate con helado de café con leche y teja de cacao rellena de espuma de citronella.
Bizcocho líquido de gianduja con helado de chocolate.
Los vinos con los que acompañamos la cena fueron:
Léon Beyer.Alsaciano. Riesling 2004
Lanzaga. Rioja 2004.
Cosme Palacio. Rioja 2005
No sabría decir cuál fue el plato que más me gustó porque todos tenían algo, quizás escoja la crema fría de puerros con breva rellena de tartar de atún, más que nada porque los higos y las brevas no me gustan pero tengo que decir que el plato estaba superior, dulce, muy rico.
A los postres Yayo vino a servirnos uno de ellos, el mío concretamente, jajaja y a explicarnos que tardaba un poquito porque tenía un problema con los bizcochos, ya sabéis, cosas del directo, fue muy amable.
La velada fue de lo más divertida, lo pasamos muy bien, lo que no sabíamos en esos momentos es que estuvimos a punto de perder a dos de nuestros comensales, sobre todo a uno que se puso malo malísimo al día siguiente, el pobre estuvo casi dos semanas hecho trizas, con visita incluida a urgencias y al especialista. La causante de sus males no sabemos si fue la ostra o la vieira.
Por suerte ya está perfectamente, dispuesto a seguir la ruta de restaurantes de la provincia.
Ahora estamos deseando que llegue noviembre para visitar el siguiente restaurante en nuestra lista.
Hasta pronto.
Ana.
